Roberto Cueva Gómez
Macas, pequeña patria mía, una dulce tormenta baña con recuerdos mi presente. Siento en cada sorbo de una tacita de guayusa tu lucha de siglos y mi sangre fluye más a prisa.
Entre campanadas de fe y oración y sentado entre pindos y ortensias miro las playas del Upano y recuerdo a los luleiques, cotoleiques, teiruques, secchas, sangachingues, tinshis, vacurillas, yucas, dominicos, paquinques, huasipinchos, carpinteros, chicuanes, huactahuay, shushis, pavují, tuhuishas, predicadores, curiquingas, fifilos, pitoros, huataracos, jundurucucos y toqueroros que presurosos viajan de chonta en chonta, en hermoso concierto de plumas y colores.
Macas,
De pindos, aromas y follajes
De milishos, sampedros y guashimbos
Camino por la Soasti y siento que las huellas de los Rivadenira, Jaramillo, Merino, Noguera, Madero, Aguayo y Zabala son tan profundas que me llevan asido al corcel de los recuerdos a visitar Pindoyaco, Paujiyaco, Yambas, Jurumbaino Pato, Barranco, Cañaco, Ciudad, Mirador, Nahuanga, Chuspiurco, La Cruz , Tinguichaca, Solteriaco, Huashique, Copoñaco, Chaca Meshana y Unchipo Chaca.
Macas,
De lumuchas, mangos y huaysanes
De lumuchas, guatusas y armadillos
Me detengo en cada finca: Jotay, Pitajaya, Combueno, Zapatero, Titilamo, Roshoyaco, Ramosyaco, Curundiaco, Huagrayaco, Tzelato, Huacho, Tigreloma, Alonso, Pitaloma, Cocolaque, Norepe, Quílamo, Yungalli, Barroyaco, Jondepo y Huagrayacu, y al grito de ………… suspiro y disfruto por lo vivido.
Macas,
De taila, tamales y callambas
De turupanga, ajulemos y bijahua
Retorno a mi infancia nadando en el Copueno, buscando mariposas, mordiendo una guayaba y surcando caminos de tapuy, suro, asnapanga, bijao y chirri.
Me detengo en la esquina de la Virgen. El Pato, el Omoto, el Muerto, el Diablo, entre señas y escondrijos me brindan un guanchaco. En la calle aparecen postillones, guardias, celadores, arrieros, curas y monjitas. Después de saludarles bajamos por la casa de Mama Modesta a la playa, allí, entre canelos y arrayanes, cogemos curundas, cumbalos, sardinas blancas, putundeiques, poto carachas, tuczes, bocachicos, machetes chaushas, bagres, anguilas, apangoras y muspas.
Macas,
De bunques, batanes y bateas
De pitamulos, chuchuquis y baquelos
Es noche y todo cambia, las hileras de las casas se cobijan unidas por la tenue luz de los mecheros de copal y aprovechan para salir tinguishipes, ninacuros, querezas, atrapusas, comejenes, punchanozas, babosas, freires, niguas, runques, morlaquillas, tuczes, añangos, muquindes y tambirushis. Se esconden taciturnas las gergamoucas, curmushimbos, secchas, chontas, corales, ciegas, joquengamas, loras y cascabeles, culebras que de solo en imaginarlas me acelera mi paso.
Macas,
De malicagua, drago y mangapaqui
De hamacas, shigras y huambías
De pronto llega, entre la espesa humedad que transpira el suelo, el olorcito a carne asada. Me asomo a la ventana y siento la tierna mirada de mi vieja invitándome a la mesa. Hay palmito de yuca, ají y un trozo de sardinón. Sobre la alacena, listos a deleitarme están los buñuelos con dulce de guayaba y piña.
Atareado en devorar tan ricos platos, escucho planificar el matrimonio de la hija del compadre. Habrá el pedido de mano, el comprometer a padrinos, el fijar fecha, el preparar la comida y quien invitará a Bosco y Policarpo para que toquen la Maravilla.
Mashasha, mashasha
tuviste razón
auraca cumplirás
con tu obligación
Mi pueblo es diferente porque es el pueblo mío,
Porque tiene en sus casas ventanas de amistades
Porque tiene en sus calles, tatuajes de historia
que gritan, que callan, que lloran, que ríen
a viejos telegramas, a sainetes disfrazados,
a partidos de voly bien ganados,
a serenos transnochados,
a randimpas trabajadas,
a novenas prometidas.
Macas,
De Kiruba, Proaño, Gavilanes,
De mingas, maratones y camarias
Mi pueblo es diferente porque es el pueblo mío.
Estoy en su atrio, bendiciendo a mis padres.
Estoy en el estadio El Arbolito gritando el triunfo
Estoy en el chorro de don Baltico, enamorando a mi amada
Estoy en la casa, moliendo la caña
Estoy en cada instante, en cada poro, en cada rincón de Macas, ella es mi vida, mi vida es ella.
Macas,
De pilotos, maestros y soldados
De cantoras, misioneros y priostes
Macas,
De tambos, pesebres y novenas
De plazas, calles anchas y santuario
Macas,
cuando digo tu nombre retorno a la vida
me alejo del llanto a buscar tu sonrisa
cuando escucho tu nombre camino hacia el alba
me lleno de orgullo y viene la calma.
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